Qué pensamos, qué sentimos y cómo actuamos son los tres componentes fundamentales de nuestro comportamiento. Estos tres componentes están relacionados, esto quiere decir que cuando nos sobreviene un pensamiento negativo o interpretamos una situación negativamente, nos embarga una emoción negativa y en consecuencia actuamos de la misma forma, entrando en un círculo vicioso de difícil salida. Pero al igual que este proceso funciona en negativo, se puede revertir en positivo: pensamiento positivo – emoción positiva – conducta positiva. ¿Cómo? cambiando nuestros pensamientos y conductas transformamos nuestras emociones, pues intervenir directamente sobre éstas es difícil. Esto supone que aunque nos sobrevenga un acontecimiento negativo, siempre podemos optar por sentirnos mejor si lo reinterpretamos de otra manera.
«Nos nos afecta lo que nos sucede, sino lo que decimos acerca de lo que nos sucede»
Epícteto
Pongamos dos ejemplos para ver mejor cómo nuestros pensamientos y conductas influyen en nuestras emociones.
Read More