
Qué pensamos, qué sentimos y cómo actuamos son los tres componentes fundamentales de nuestro comportamiento. Estos tres componentes están relacionados, esto quiere decir que cuando nos sobreviene un pensamiento negativo o interpretamos una situación negativamente, nos embarga una emoción negativa y en consecuencia actuamos de la misma forma, entrando en un círculo vicioso de difícil salida. Pero al igual que este proceso funciona en negativo, se puede revertir en positivo: pensamiento positivo – emoción positiva – conducta positiva. ¿Cómo? cambiando nuestros pensamientos y conductas transformamos nuestras emociones, pues intervenir directamente sobre éstas es difícil. Esto supone que aunque nos sobrevenga un acontecimiento negativo, siempre podemos optar por sentirnos mejor si lo reinterpretamos de otra manera.
«Nos nos afecta lo que nos sucede, sino lo que decimos acerca de lo que nos sucede»
Epícteto
Pongamos dos ejemplos para ver mejor cómo nuestros pensamientos y conductas influyen en nuestras emociones.
Ejemplo 1: A Enrique le llama su jefe por teléfono para comunicarle que tiene que hablar mañana personalmente con él. Él piensa: “seguro que algo he hecho mal”, «mi jefe no está contento conmigo en el trabajo», «me van a despedir”…, comienza a sentir tal dolor de cabeza que tiene que irse a casa. Esa noche se desvela varias veces y sigue rumiando su preocupación.
Al día siguiente llega decaído al trabajo y se reúne con su jefe. Finalmente el motivo de la reunión era el siguiente: elegirle para dirigir la campaña de uno de los clientes más importantes de su empresa.
En este caso los pensamientos de Enrique fueron los causantes de su preocupación inicial, de su dolor de cabeza y de que esa noche no pudiera dormir bien. Si sus pensamientos hubieran sido más positivos y realistas, nada de lo anterior hubiera ocurrido. Además su preocupación no contribuyó a solucionar nada.
Ejemplo 2: Es domingo por la mañana, Ana se siente apática. Le llama su mejor amiga para salir pero Ana le dice que se queda mejor en casa. Por momentos empieza a encontrarse más triste y desganada. Finalmente decide llamar a su amiga para quedar con ella y tomar algo juntas.
Cuando Ana llega a casa se siente mejor, pues se ha despejado, se lo ha pasado bien y finalmente ha aprovechado el día.
En este caso, si Ana se hubiera quedado todo el día en casa, no se hubiera sentido tan bien como cuando decidió salir. Su conducta en este caso le ha ayudado a sentirse mejor y a romper el círculo vicioso de la apatía:» cuanto menos hago, más apático estoy, y cuanto más apático estoy, menos hago».
Si ahora entiendes mejor cómo podemos cambiar positivamente nuestras emociones ¿a qué esperas para ponerte en marcha? La llave del cambio está en tí.
Todo lo que buscas está en ti
En mi opinión estas normas básicas de Psicología son importantísimas porque si nos acostumbramos a gestionar adecuadamente nuestras emociones ante cualquier situación cambiando nuestros pensamientos y conductas, podemos llegar a convertirlo en hábito. Esto es lo que diferencia a una persona optimista de otra pesimista, piensan y actúan de forma diferente porque han entrenado su mente a pensar de una determinada manera, de tal forma que en muchas ocasiones lo hacen de forma automática, sin darse cuenta.
Cuánto podremos avanzar si entrenamos y acostumbramos a nuestra mente a pensar y a actuar de forma más positiva, cuántos malos momentos podemos dejar a un lado.
Ahora que quizás conocemos mejor cómo hacerlo, tengamos un poco de constancia y disciplina para dirigirnos a un auténtico cambio. Concedámonos un poco de tiempo para comprobar cómo en la mayoría de los casos en nuestra forma de pensar está todo.
No dejamos de aprender sea cual sea nuestra edad. Así que acojámonos a esto para seguir caminando hacia adelante.
Cuesta cambiar el pensamiento peroES POSIBLE
Para los buenos momentos, gratitud. Para los malos, mucha esperanza. Para cada día, una ilusion. Y siempre, siempre, felicidad. Cheni es unas de mis mejores reflexiones y claro estoy de acuerdo en en estos artículos,besos y fuerzas para seguir aprendiendo